"Un vertedero es en realidad una mina de oro, porque la basura puede reutilizarse como materia prima que no tiene costo."



V !





son las fotos que estaban en picasa con música, sólo que recién hoy pude colgar el video...



para los que estaban ayer u hoy más o menos entederán los dibujos... después de las críticas y comentarios de clase tratamos de avanzar un poco más y salieron buenas ideas que respondían de buena manera a todas las dudas que nos fueron surgiendo, los esquemas rojos que están en planta son los asientos de siempre que pensamos que se conecten al piso junto con una superficie pixelada, donde cada pixel sería de 45x45cm (9 probetas están verticales) o píxeles de 45x90 (9 probetas acostadas) y así ir alternando el pavimento, con mosaicos de probetas acostadas, paradas, mosaicos sin probetas que den lugar a que crezca pasto, o esté solo el barro, se pueda armar un fuego o lo que sea.
es bastante difícil explicarlo por este medio, pero espero se haya entendido algo por lo menos...
aún falta mucho! hay que dibujar pilones! hoy éramos poquitos poquitos, seguramente porque no se enteró un montón de gente.
mañana nos juntamos a partir de las 15 en facultad como para terminarlo en la noche y el lunes a primera hora imprimir para mandarlo a piriápolis.

salú!

con ganas de hablar!

En realidad después del viernes nos vimos el sábado, pero ya se nos habían enfriado bastante las ganas con nuestras propuestas…

de Piriápolis!
Rescatamos como un montón de datos que creemos que valen la pena atender, desde la propuesta de los chiquilines de la escuela y el liceo, las madres que encontramos caminando y también los profesionales que intentan intervenir desde una perspectiva bastante cercana a la nuestra.
Según nos han dicho, hacen falta lugares de recreación que puedan funcionar un poco en paralelo con la rambla, ya que en invierno es bastante fría y además podríamos dar una propuesta que albergue una alternativa diferente al espacio público (que se usa)
tan característico de Pirlápolis. Con peticiones bien puntuales de los pobladores -desde las pistas de skate, y de carreras para bicis, hasta las casitas en el árbol- y otras no tan así provenientes de la casa de la cultura, en donde nos decían que precisarían más espacio para sus actividades (taller de percusión, narración y danza). Con todo esto parece atractivo generar un lugar –o lugares- que atiendan tanto a los jóvenes y niños que parecieron ser los que más utilizan este lugar, de ahí a lo que decía Martina el viernes, que todos llegamos con las propuestas a espacios que se relacionaban bastante con lo lúdico. Y además, por qué no, estaría bueno poder servir en algo a las actividades propuestas en Casa de la Cultura, diseñando la instalación de forma que les sea útil también a ellos.

de las propuestas!
Dando vueltas sobre las ideas que nos habían quedado del otro viernes, y los conceptos –el espíritu, la atmósfera del lugar y lo efímero versus lo permanente- proponíamos espacios que esparcidos en el parque servían de refugio y soporte para el quehacer de las ideas para el lugar. En las últimas dos ideas nos vimos más cerca de lo factible, y nos pareció interesante que ambas ideas tuvieran esa dualidad estructura+nylon (para las carpas) y estructura + madera de pallets (para los sombráculos) que respondían de alguna forma a lo efímero y permanente.
En realidad luego, al escuchar las otras propuestas que estaban casi todas rondando sobre las probetas y las telas, nos dimos cuenta que quizá erróneamente habíamos dejado de lado estos materiales practicados, y que parecen dar una interesantísima mezcla entre lo que quede arraigado y lo que se desvanezca.

2 7 1 0 2 0 0 8 9 H S

Vamos en búsqueda de un Piriápolis rutinario: para ver, conocer y estudiar la ciudad en su pleno 'movimiento cotidiano' para relevar y analizar actividades y situaciones de usuarios permanentes del lugar, dejando un poco de lado la 'distorsión' generada por los ajenos.

registro piriápolis



Emprendimos camino por el borde costero con la pretensión de percibir un Piriápolis en contacto con el mar y la rambla, y descubrimos una interpretación del balneario como soporte y fiel representación del circuito de velocidad. En una mirada que seguía siendo bastante objetiva y poco comprometida emocionalmente (ya que eramos todos ajenos al lugar) sentimos la franja costanera como un marcador que mostraba imágenes cada vez más aceleradas a medida que nos alejábamos del centro, a pesar que caminábamos más lento por el cansancio. Al contrario de que se dice que en la ciudad suele haber un ritmo mayor que en áreas no urbanizadas, lo sentimos diferente esta vez; con nuestros sentidos agudizados, experimentamos un repertorio de efectos mucho más libres y poco aplacados por la vida y actividades urbanas, la población y su intervención se iba camuflando en el entorno natural.
Hacia el este con una ocupación creciente hasta la ciudad, la calle iba perdiendo su valor como ruta para transformarse en rambla costanera con un ritmo que se enlentece cada vez más a medida que nos al acercamos a la densidad central y nos aproximamos al puerto.
Y así parece ser la imagen que nos quedó de esta ciudad de toque místico, de centro y puerto bastante convulsionados durante la temporada, donde todo sucede allí en unos pocos kilómetros centrales y desde donde luego comienzan a desprenderse áreas suburbanas, barrio jardines que no pretenden ni necesitan los servicios ni actividades sustento de cualquier ciudad, pero que buscan la misma tranquilidad y paisaje mágico de los cerros y la costa.